Los acreedores compiten para prestar su dinero a través de la modalidad de subasta o remate, indicando el dinero con el que desean participar (desde S/ 50 hasta un máximo del 5% del total del monto solicitado) y la tasa a la que están dispuestos a prestar. Cuando el total del dinero ofertado por los acreedores alcanza el monto solicitado por el solicitante, las licitaciones individuales se consolidan en un único préstamo con sus obligaciones correspondientes.